El privilegio de la salud sexual y reproductiva

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El 7 % de las mujeres en el país no ocupan el anticonceptivo que necesitan. Las políticas estatales sólo se concentran en la reducción del embarazo adolescente.

La salud sexual y reproductiva es un derecho fundamental reconocido internacionalmente. En Ecuador, es incluso una política de Estado en la cual juega un papel trascendental la planificación familiar. Elegir si se quiere tener hijos, cuándo y cómo son prerrogativas que muchos dan por sentado en el 2022; sin embargo, para una parte de la población eso sigue siendo más un privilegio que un derecho.

Las necesidades no cubiertas de planificación familiar están relacionadas con las intenciones reproductivas de las mujeres y su comportamiento anticonceptivo. Son las herramientas e información a las que no tienen acceso quienes no quieren tener hijos, no quieren tener más hijos, desean postergar la maternidad o espaciar los embarazos. Por tanto, para hablar de una cobertura óptima, el acceso a la información sobre métodos anticonceptivos, riesgos y efectos secundarios tiene que estar garantizado.

En Ecuador, el 7 % de las mujeres tiene necesidades insatisfechas, pero esta problemática no es local ni regional. De acuerdo al estudio Global Burden of Disease publicado por The Lancet en julio del 2022, 163 millones de mujeres en todo el mundo no tienen acceso al anticonceptivo necesitan. El documento resalta que la gran mayoría está entre los 15 y 24 años, un periodo crucial de la vida en el que suelen producirse logros educativos y de formación.

Los países con baja cobertura de la demanda podrían no beneficiarse de las ventajas sociales y económicas que permite la anticoncepción a las mujeres. La planificación de la maternidad da lugar a una mayor permanencia en los estudios, lo cual abre la posibilidad de acceder a más opciones en el campo laboral. Esto genera dinamismo en la economía a nivel macro y micro y representa una reducción de los gastos del Estado con relación a la mortalidad materna y neonatal en embarazos adolescentes.

En el caso de Ecuador, se estima que el 12 % de las adolescentes se ha embarazado y el 78 % de estos casos corresponde a niñas de 10 a 14 años. Esta problemática supone un costo de casi USD 270 millones anuales para el Estado, según un estudio del Ministerio de Salud Pública y UNFPA Ecuador publicado en el 2020. Este rubro considera el costo promedio para la sociedad por la pérdida de oportunidades en la actividad productiva y el costo sanitario para el Estado debido a la atención de salud.

La salud sexual y reproductiva en Ecuador es una temática interinstitucional en la que se involucran los Ministerios de Salud, Educación, Inclusión Social, y la Secretaría de Derechos Humanos. No existe claridad respecto al presupuesto destinado para este propósito, pues cada institución maneja recursos independientes. En la normativa interna del actual régimen, la salud sexual tiene su propio plan y también figura en el Plan Nacional de Creación de Oportunidad (objetivo 6), en el Plan Nacional de Salud (objetivo 3) y en la Política Intersectorial de Prevención del Embarazo Adolescente.

Toda la normativa está alineada a la visión y objetivos de las Naciones Unidas sobre salud sexual y reproductiva, por lo tanto, debe garantizarse a la población la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos. Esto implica que hombres y mujeres deben tener acceso a métodos anticonceptivos (MAC) seguros, efectivos, asequibles y aceptables para la planificación de la familia. Las iniciativas aseguran estar construidas con enfoque de derechos humanos, igualdad, género, interculturalidad e interregionalidad, pero sobre todo se concentran en el ámbito reproductivo. La salud sexual queda de lado en la política de Estado porque prevalece el objetivo de reducir el embarazo joven, calificado como un problema social y de salud pública. Con un 77,3 %, Ecuador es el segundo país de América del Sur con la tasa más alta de fecundidad en adolescentes de 10 a 19 años, solamente por debajo de Venezuela que ostenta el 80,9 %.

Aspectos relacionados con una vida sexual plena, informada, sin coerción ni discriminación no son considerados de forma amplia dentro de las campañas gubernamentales. En estas predomina el mensaje de evitar la maternidad joven, poniendo la carga de la anticoncepción en la mujer, como si la concepción sólo dependiera de ella. Esto no solo ocurre en Ecuador: alrededor del mundo los roles de género influyen en la salud sexual y reproductiva, y convierten a la mujer en la responsable de la planificación familiar. Incluso en lo que concierne a la utilización de métodos anticonceptivos temporales, solamente el preservativo tiene una presentación para hombres y para mujeres. La investigación sobre las pastillas anticonceptivas masculinas fue suspendida en el 2016 debido a los efectos secundarios que experimentaron los participantes en las pruebas clínicas. Sin embargo, millones de mujeres siguen utilizando MAC a pesar de los efectos adversos.

Mujeres amazónicas: más necesidades insatisfechas y más hijos

Según datos del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censo, las provincias del Oriente y la Sierra Centro son las que tienen un mayor índice de necesidades no cubiertas.      Morona Santiago duplica la media nacional con un 15 %. Le siguen Orellana y Cotopaxi con 12,39%, Napo con un 12,33 %, y Bolívar y Cotopaxi con 10 % respectivamente.

Algunas de estas provincias también registran altos niveles de pobreza. Según datos oficiales, Morona Santiago tiene un índice de 70 %, cuando la media nacional de pobreza es del 29 %. Por su parte, Bolívar es la provincia con ingresos más bajos de la Sierra.

En Morona, menos de la mitad de las familias cuentan con servicios básicos como agua, luz, recolección de basura y tratamiento de heces. Además, esta provincia tiene la mayor tasa de embarazos de niñas de 10 a 14 años (6,8 por cada 1.000), y de adolescentes de 15 a 19 años (89,1 por cada 1000).

En general, las provincias de la Amazonía son las de menor renta y las que presentan mayores necesidades insatisfechas de planificación familiar. En esta zona, el 11 % de las mujeres reporta falta de acceso a MAC. En la Costa, el promedio es de 7 %; en la Sierra, el 8 %; y en el Galápagos, el 5 %.

El embarazo adolescente no es lo único que prevalece en esta región. La Tasa Global de Fecundidad de Ecuador revela que en la Amazonía las mujeres, sobre todo en áreas rurales, tienen un mayor número de hijos. En los hogares más pobres, el promedio de hijos es de 4,1; en los hogares con más ingresos es de 2,1.

En esta zona habitan 11 de las 14 nacionalidades indígenas ecuatorianas. En general, la mujer indígena muestra un índice más alto de necesidades no cubiertas:  el 14 % no usa el anticonceptivo que necesita. En el caso de las mujeres identificadas como mestizas, blancas y afroecuatorianas, la cifra es de 7 %, y en la etnia montubia es el 6 %.

Este artículo hace parte de la serie de publicaciones que son el  resultado del programa de becas del proyecto DesenreDatos, implementado por la DW Akademie, en el marco del programa Ecuador Sincero de la Cooperación Alemana GIZ, con el apoyo de la Universidad de las Américas (UDLA).